
Categorías: Costumbres
Etiquetas: Catedral de Santiago, La sombra del peregrino, Leyendas, Plaza de la Quintana, Sacerdotes
[caption id="attachment_4395" align="aligncenter" width="400"] Todas las noches en el mismo lugar, esperando[/caption]
Santiago de Compostela es una ciudad mágica. Al menos a mi me lo parece. Sus calles, sus edificios, la piedra que lo envuelvo todo... no sé, hay algo sobrenatural en ella.
Tuve la certeza de que esto era cierto la noche en que unos amigos, de camino de un bar a otro, me mostraron la sombra del peregrino. Cuando cae la noche y se enciende el alumbrado de la Plaza de la Quintana, se proyecta la sombra de un peregrino sobre la pared de la Catedral. No es más que un efecto óptico fruto de un juego de luces y sombras, pero en una ciudad como Santiago da pie a mitos y leyendas.
Una de las leyendas más extendidas es que se trata de un sacerdote que mantenía relaciones con una religiosa del convento de San Paio, que se encuentra justo enfrente de la catedral. Todas las noches se encontraba con ella cruzando un pasadizo existente bajo la escalinata de la plaza y que unía la Catedral al convento.