Santiago de Compostela es una ciudad con infinidad de parques y de espacios para los más pequeños, y uno de los más míticos es el parque de Ramírez, situado en la mismísima Plaza Roja, y en el que los niños podrán disfrutar de algunas de las mejores horas del día en compañía de sus amigos.
Se trata de un complejo destinado a la infancia, en el que hay diferentes aparatos entre los que podemos encontrar columpios, toboganes, sube y baja, u otras diversiones más "modernas" que parecen ser incluso de diseño, en las que nuestros hijos podrán trepar, saltar y jugar para deshacerse de toda esa energía que les sobra y que de un modo u otro están obligados a sacar fuera (sobre todo porque si no lo hacen, la tendrán aún en el cuerpo cuando llegue la noche y será muy difícil que cojan el sueño... y que dejen dormir a los padres de turno).