Denuncian el deterioro de los callejones del campus por el botellón

Los callejones que comunican el campus sur con la rúa Poza de Bar, en el entorno del sanatorio La Esperanza y el instituto Xelmírez I, sufren también la resaca de los botellones. El grupo municipal del Partido Popular denunció ayer esta situación, haciéndose eco de las quejas de los vecinos.

Los concejales explicaron que durante las fiestas nocturnas que se suelen celebrar en la zona estos espacios se convierten en urinarios públicos y en depósitos de todo tipo de residuos de la fiesta. La imagen que recoge la fotografía explican que es la que presentan frecuentemente estos viales, para desesperación de los residentes en la zona.

Una situación que los concejales del PP pudieron comprobar personalmente y registrar en varias fotografías, una de las cuales es la que ilustra esta información.

Precisamente para analizar este problema, los concejales Paula Prado, encargada del seguimiento del área de Seguridad Ciudadana; Ángel Espadas, de Deportes, y María Seoane, de Juventud, tomaron parte en el foro sobre el botellón organizado por Novas Xeracións de Santiago que se celebró en la sede local esta semana.

Fenómeno social

En el encuentro quedó patente que este es un fenómeno social que surge de forma espontánea «no controlado por los poderes públicos, lo que lo convierte en más atractivo para los jóvenes». Asimismo, señalaron que esta falta de control «deriva en una serie de consecuencias perjudiciales para los compostelanos, como el ruido, la basura, daños en el mobiliario, o el colapso de las urgencias médicas».

«Existe una conciencia social de beber hasta caer», apuntó una de las participantes, lo que reconocieron la mayoría de los asistentes, que subrayaron la necesidad de implantar una política de concienciación respecto a esta problemática.

También pusieron de manifiesto que la ordenanza antibotellón «es sólo un placebo» que no soluciona los problemas, y destacaron la necesidad de que los poderes públicos intervengan, y también de implicar a los padres en la situación.

Fuente: El Correo Gallego.

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