Las obras del paso inferior de Galuresa avanzan a ritmo lento. La presencia de diversos obstáculos, entre ellos un pozo y diversas canalizaciones, está obligando a la adjudicataria a avanzar con toda prudencia.
"Están siendo, como ya sabíamos, unas obras muy complicadas", reconoció el alcalde compostelano, Sánchez Bugallo. "Cuando se ponen en marcha proyectos de este tipo, que afectan a infraestructuras subterráneas, siempre se empiezan a descubrir multitud de cosas que no aparecen en los planos, que suelen coincidir muy poco con lo que aparece bajo tierra".
Este tipo de
sorpresas, señaló Bugallo, "obliga a un trabajo tremendamente minucioso, porque aparecen pozos, canalizaciones que nadie sabe si siguen siendo operativas o dejaron de serlo, porque proceden de una época en la que cuando había que hacer algo se colocaba una tubería y ahora no sabemos si era en sustitución de otra o a mayores ".
Investigación a fondo
El resultado es que la empresa constructora "tiene que ir investigando poco a poco" sobre el terreno. Además, el alcalde recordó también la necesidad de retirar los antiguos depósitos de la gasolinera, que ya fueron inutilizados y sustituidos por otros en su día.
Asimismo, Sánchez Bugallo aludió a la presencia de "un cable coaxial de Telefónica, redes de fibra óptica, por lo menos tres redes de alcantarillado y otras dos o tres de colectores". En resumen, que el proceso tiene que ser "relativamente lento y cuidadoso, midiendo los pasos".
De esta forma, calcula que hasta el próximo mes de enero no podrá comenzar la fase
dura y más rápida de los trabajos.
Fuente: El Correo Gallego.