En otras ocasiones ya nos hemos referido a la temida O.R.A, es decir a la obligación de pagar para poder aparcar nuestro vehículo en las calles de Santiago.
Pero con la implantación de los nuevos parkímetros se han instaurado una serie de nuevas normas entre la que destaca una de ellas: la obligatoriedad de cambiar el vehículo de sitio al cabo de dos horas. De este modo, se estima que se generarán constantemente espacios libres para poder estacionar y que los ciudadanos tendrán que comerse menos la cabeza para poder aparcar.