Un joven roba 6.500 euros en gafas de lujo de la tienda Multiópticas Galerías
Si pasaron ayer por delante de la tienda Multiópticas Galerías, ubicada en As Orfas, se sorprenderían al ver que tenía, en lugar de puerta, una provisional tabla de madera. Seguramente se imaginarían que sería por culpa de un robo, pero lo que nunca serían capaces de pensar es el modus operandi del ladrón.
Y es que, según los testigos, un joven agarró la tapa de una alcantarilla y se puso a golpear una, dos y hasta tres veces la puerta de cristal del establecimiento. Eran las dos y media de la madrugada, pero todavía había algunos peatones en la calle, que vieron la escena.
La alarma empezó a sonar, pero el chico entró en la tienda, cogió veinte pares de gafas de marcas Gucci, Chanel, Versace, Dior y similares, y se fugó.
«El valor de la mercancía asciende a unos 6.500 euros», comentaba ayer a este diario el dueño del local, Fernando Eiroa Mene. Y es que «excepto tres modelos que eran un poco inferiores, el resto de los objetos que se llevó son gafas que tienen un valor superior a los 260 euros», indica. Además de este botín, el caco provocó bastantes destrozos. «La puerta de cristal estalló en pedazos y, aunque todavía estamos haciendo el inventario, al menos diez pares de gafas han sufrido daños al ser golpeados por estos trozos de vidrio, y ya no sirven para nada».
A pocos metros de allí, en la praza do Toural, Jorge Riande, de Confecciones Riande, explica que prácticamente a la misma hora en que se documentó el robo de la óptica, alguien intentó abrir la tienda de nuestro establecimiento». Los ladrones intentaron forzar la entrada con una palanca o una pata de cabra, pero sólo consiguieron arrancarle un trozo de madera a la puerta del local. «Tuve suerte», dice Jorge Riande.
Pero todavía hay más vecinos que denuncian que fueron objeto de hurtos en estos días. Así, los dueños de la Cafetería Candilejas, en Mazarelos, explicaron ayer a este diario que el lunes 2 de marzo, a las cuatro de madrugada, alguien rompió la puerta de entrada al local, dobló las cerraduras y se fue directo a la caja registradora. «No sabemos cuánto había exactamente. Normalmente queda solo la calderilla, pero ese día habíamos vaciado la caja del dinero de la máquina del tabaco, y creemos que se llevó unos 300 euros», dicen.
A su lado, en Casa Elena, un establecimiento que vende comida preparada, los cacos se llevaron el letrero del establecimiento, valorado en 190 euros, «se fueron con los tornillos y todo», dice Elena, la dueña.
Fuente: El Correo Gallego.
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