El centro de la ciudad de
Santiago de Compostela está vacío en
verano ya que en la ciudad hay menos habitantes que de costumbre… sin embargo no toda la ciudad parece sacada de una película de zombies en las que no se ve un alma por las calles: la zona vieja escapa a esta característica y se presenta como el centro neurálgico del turismo, que es abundante en estas fechas y que tiene por objeto conocer los emblemáticos e históricos edificios y calles del casco antiguo.
Por ello es a veces un tanto difícil moverse por allí sin tropezar con la gran cantidad de
turistas que hay: el franco o las plazas y calles próximas a la catedral son los lugares en los que más difícil se hace avanzar unos cuantos metros sin tener que pedir perdón (sorry es la palabra adecuada para hacerse entender) por haber chocado con algún peregrino o pisado un pie de un turista (los cuales sorprendentemente suelen llevar chancha y calcetín).
Se agradece porque la
ciudad vive de ello, pero llega a ser agobiante el no poder pasar por algunas zonas de tu ciudad sin tener que ir abriéndote paso…
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Verano en la ciudad
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El Correo Gallego