Como cada año, muchos compostelanos e incluso turistas que están de paso en la ciudad gallega se darán cita en la Plaza del Obradoiro para asistir juntos a las campanadas en tan distinguido emplazamiento.
Lo cierto es que aunque la gran mayoría decide ver las campanadas por televisión para tomarse las uvas en familia y prepararse después para salir, la mentada Plaza del Obradoiro se suele llenar hasta los topes de gente ataviada con sus mejores galas que empezaron la fiesta antes incluso de que toquen los cuartos (muchos de ellos ni cenaron ni cenarán) y que la continuarán una vez que el año nuevo haya entrado.