El Ayuntamiento de Santiago tendrá en sus manos antes de que termine el semestre un mapa de ruidos de la ciudad, con las zonas y locales que incumplen la normativa e impiden dormir a los vecinos.
Según la legislación europea, los límites de emisiones acústicas en zonas residenciales quedan establecidos para bares y discotecas en 25 decibelios, en los dormitorios, y de 30 decibelios en las demás estancias.
Los que incumplan la normativa recibirán un aviso, y si no lo solucionan, se les precintará el local.
Fuente: 20minutos.