Este fin de semana ha estado marcado por los fuertes
vientos existentes en la capital de Galicia, Santiago de Compostela, que no ha escapado al mal tiempo reinante en la comunidad y en gran parte del país.
Esos vientos además, han ido acompañados de
lluvias, lo cual ha sido un auténtico engorro para los transeúntes que se han visto abocados a mojarse ante la imposibilidad de llevar los
paraguas abiertos. Y es que cuando el aire se pone pesado, tratar de guarecerse de la lluvia usando un paraguas es sinónimo de mojadura, ya que no solo no nos tapará del agua sino que además hará que tardemos más en nuestro trayecto y que la humedad de nuestras ropas sea mayor.