Los estudiantes santiagueses, tanto de la Universidad de la propia ciudad como aquellos que están en ciclos, en los últimos años o preparando algún tipo de oposiciones, no siempre estudian solos.
A muchos de ellos les motiva el acudir a las bibliotecas, lugares en los que el ambiente invita a estudiar (no siempre…) y en el que otros jóvenes se aplican igual que tú con la vista puesta en los renglones, lo que de alguna manera reconforta.