Categorías: Fiestas, Noticias, Ocio, Restaurantes y bares
Etiquetas: accidente, alcohol, borrachera, botellón, fiesta, multa, noitebus, trafico, transporte
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Con la tesitura de la restricción circulatoria en el Hórreo, la mirada de muchos conductores está puesta en el asfalto de la AP-9. Pero es sabido que no hay aliviaderos intermedios en todo el trecho entre San Lázaro y A Rocha, si no es la salida hacia Ourense. Temporales o accidentes de cierta entidad en este trecho circunvalatorio pueden ser altamente conflictivo. Y estos percances ocurren con cierta periodicidad. Basta recordar, por ejemplo, el incendio sufrido por un camión en febrero del pasado año. Muchos conductores activaron hasta el paroxismo sus bocinas, hasta percatarse de que era sencillamente inútil.
La avería del camión sucedió en las inmediaciones de San Lázaro y provocó retenciones de cinco kilómetros. El suceso atrapó a miles de conductores en la ratonera vial. El proyecto de ampliación, ahora envuelto en dudas, está en fase de diseño y vendrá a aligerar el tráfico y desbloquear el vial. La salida a la Cidade da Cultura ya sería una opción de escape.
En el caso del periférico, al margen de Galuresa, el calvario para los conductores es el tramo entre Amio y San Lázaro, otra trampa vial en la que caen diariamente miles de usuarios. Está en vías de solución.
El tráfico, en Santiago, rebasa niveles de tolerancia. ¿Saben cuántos vehículos soporta a diario una ciudad pequeña como Santiago? Pues más de 130.000. Lo dijo el alcalde el sábado en su discurso del estado del municipio.
Fuente: La Voz de Galicia.
Etiquetas: accidente, baches, carretera, conductor, deficiencias, indemnizacion, perjuicio, sentencia
El servicio del alcantarillado le está dando serios quebraderos de cabeza al Ayuntamiento compostelano, que ve mermadas sus arcas a consecuencia de percances de vehículos por mor de la mala instalación de los sumideros. El Concello acaba de recibir un par de sentencias desfavorables a sus intereses por este problema que le costarán el pago de 2.390 euros. Recientemente, otra resolución le condenó a abonar 5.150 euros.
Las dos sentencias que acaban de dictarse, sin posibilidad de recurso, derivan de deficiencias del alcantarillado, pero con situaciones inversas. Es decir, en un caso porque la tapa del sumidero estaba elevada y en otro porque estaba hundida. Uno de los percances sucedió en el polígono del Tambre. Circulaba por por Marzo de Arriba un vehículo en dirección a Marzo de Abaixo cuando inopinadamente colisionó con una tapa de alcantarillado que estaba levantada. El damnificado, J.J.M.S., acudió a los tribunales.
En la sentencia a su favor del juzgado contencioso-administrativo pesó de manera determinante la declaración del presidente de la asociación de vecinos de la zona, que probó testificalmente las deficiencias en la red del alcantarillado existentes en la zona, la persistencia de las mismas sin solución y el hecho de que el Concello lo sabía. Raxoi dijo ignorar esa situación, pero el propio presidente vecinal se la había comunicado al Ayuntamiento en varias ocasiones, y en algunas acudieron a la zona técnicos municipales.
El conductor transitaba por allí de noche, con lluvia y salía de una curva, lo que podría contribuir al accidente. Sin embargo, el testimonio vecinal puso de manifiesto que estaba levantada esa tapa y otras repartidas por la vía debido al impulso del flujo de aguas cuando llueve, lo que convierte la situación en ordinaria, y no anormal. Conclusión: que el Concello debe abonarle 1.318 euros al accidentado por los daños causados.
El otro suceso ocurrió en en la rúa Berlín y en este caso lo protagonizó un ciclomotor. A la altura del túnel de Área Central golpeó con un sumidero cuya tapa estaba hundida en el pavimento, y el vehículo quedó muy dañado. Un informe de la propia policía local verificó el desnivel de la tapa del alcantarillado.
El Ayuntamiento adujo que si el vehículo fuese a menor velocidad, como impone la rotonda de acceso al centro comercial, su conductor, V.V.I., hubiese advertido la presencia de la oquedad en el suelo. Pero eso no tiene nada que ver con la deficiencia de la calzada, según el juez, que cuestionó sin paños calientes la actitud del Ayuntamiento: «La administración demandada, consciente y complaciente con la existencia y persistencia de dicho desnivel, en vez de dirigir su actuación a la solución de dicha deficiencia desvía la responsabilidad al conductor sobre un presunto exceso de velocidad no probado». En base a eso, condena al Concello a pagarle los daños al motociclista.
Fuente: La Voz de Galicia.