Récord de personas que donan su cuerpo para la investigación

«Es el mayor acto altruista y generoso que una persona puede hacer, la muerte al servicio de la vida», subraya el doctor Francisco Javier Jorge Barreiro en referencia a la donación de cuerpos para la ciencia. El catedrático de Anatomía e Embrioloxía Humana de la Facultad de Medicina de la Universidade de Santiago se muestra atónito ante el número de donaciones alcanzado en lo que va del recién estrenado año. «En sólo dos semanas hemos obtenido cuatro donaciones efectivas, casi la mitad que en todo 2008, ya que tenemos una media de unas diez al año en el último lustro». Aunque en los últimos dos años estas donaciones se han incrementado en un diez por ciento, el doctor Jorge Barreiro recuerda épocas «de penuria, en las que obteníamos uno o ningún cuerpo».

Hace algo más de una década, los cuerpos de indigentes que fallecían sin que nadie los reclamasen suponían la gran mayoría de los cadáveres que llegaban a la sala de Anatomía de la USC. Sin embargo, el profesor Jorge Barreiro asegura que en los últimos años las cosas han cambiado. «Ahora el perfil del donante responde a personas de profesiones liberales. Hay desde profesores hasta funcionarios o comerciantes, aunque también muchos médicos y ATS, personas ligadas al mundo de la medicina que entienden mejor que nadie la importancia de la donación de su cuerpo al fallecer».

Preguntado sobre la razón del incremento de las donaciones del cuerpo a la ciencia, el profesor Jorge Barreiro asegura que «ha habido un cambio de la mentalidad sobre el culto a la muerte, que impedía que esta práctica se extendiese. Ahora hay más gente consciente de la necesidad de donar órganos o, en este caso, del cuerpo, clave para la investigación y docencia, y que también supone una gran contribución a la ciencia y la formación de los futuros médicos».

Y es que los alumnos de Medicina de la USC son los grandes beneficiarios de este acto altruista, ya que los cadáveres que son legados son imprescindibles para su formación académica y para la preparación de postdoctorados.

En cuanto a los pasos a seguir cuando una persona decide donar su cuerpo a la ciencia, el catedrático de Anatomía de la USC explica que es un proceso simple. «Hay que dirigirse a nuestro departamento para hacer un carné, tras cubir un formulario ante dos testigos, en el que la persona indica que quiere donar su cuerpo a la ciencia cuando fallezca».

En este punto, subraya la importancia de hacérselo saber a los familiares y allegados «para evitar conflictos». «Cuando una persona cede su cuerpo a la ciencia , con contar con su voluntad sería suficiente para nosotros. Sin embargo, y aunque tengamos derecho a quedarnos con el cuerpo, no lo reclamamos, ni entramos en ninguna clase de pleito». A pesar de que el profesor Jorge Barreiro comprende que «la familia oparte de ella no quiera acceder al deseo del difunto, también creo que éticamente debería cumplir la voluntad expresada en vida por el donante».

Si bien todos los cuerpos de los donantes son aceptados, el profesor Jorge Barreiro puntualiza que hay excepciones tras el fallecimiento. «No son aptos los de personas que han sufrido una enfermedad infecciosa, como el sida, además de los que presentan una cicatriz de grandes dimensiones y abierta o mal curada, ya que dificulta el proceso de conservación del cadáver».

Fuente: El Correo Gallego.

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Un comentario

  1.   José Mantilla Martín dijo

    Como antiguo estudiante de ATS de la última promoción de la facultad de medicina de Santiago, que cambió mi vida,es mi deseo donar mi cuerpo, y todo lo que puedan aprovechar de el a esa facultad para que dispòngan como mejor proceda

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