Pinchos y tapas para degustar Santiago de Compostela
Comer y beber en Galicia es todo un placer, tanto es así, que reconozco con sonrojo que en los primeros meses que viví allí, gané un par de kilos.
Si visitáis Santiago de Compostela, debeis saber que en la mayoría de los bares os sirven una tapa con la primera consumición, por lo que, si estáis dipuestos a cambiar dos o tres veces de bar, podéis cenar por muy poco. Sin embargo, aquí os proponemos unas cuantas tapas y pinchos por las que bien merece la pena pagar.
Uno de los platos típicos de Galicia son las filloas, unas tortas parecidas a los crepes. Partiendo de esta base, una tapa que no os podéis perder es el Saquito-crepe, un saquito de crepe relleno de verduras y marisco con una salsa especial que sirven Central (rúa da Raíña, 15), uno de los restaurantes más populares del casco antiguo.
Los amantes de la lasaña disfrutarán degustando la Lasaña de pulpo, una lasaña rellena de pulpo, bechamel y rematada con crujiente de jamón. Esta original tapa la podrás pedir en La Industrial (avenida de Rosalía de Castro, 24).
Nos vamos más para el centro, a la rúa do Vilar número 77, y es que allí está Negreira, el restaurante donde podremos pedir O patata, un delicioso pastel con huevo frito y crujiente de jamón horneado. Una deliciosa tapa no apta para los contadores de calorías.
Y por último, y a modo de postre y para los más golosos, podemos decantarnos por Otoño Larpeiro, hecho con mousse de leche, gelatina y crema de orujo. Como su nombre indica, está hecho para los más ‘larpeiros’ (golosos). Para probarlo debéis ir a Antollos (rúa das Orfas, 25).
Santiago de Compostela es una ciudad en la que cualquier sitio es perfecto para comer y se puede degustar grandes platos por muy poco dinero.
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