Música contra la esclavitud

Quilombos es el nombre que recibieron en Brasil las aldeas libres de los esclavos huidos, y quilombagen se llamó al movimiento de resistencia que se creó a mediados del siglo XIX contra la explotación del hombre por el hombre. Esta explotación, bajo distintas formas, pervive hoy, y también la lucha continúa. Por eso, en la semana de los Derechos Humanos, las organizaciones no gubernamentales Manos Unidas, Ingenieros sin fronteras y Amarante organizan en Santiago el espectáculo Quilombagen: un canto á resistencia, antiga e nova, fronte á escravitude. La cita es mañana, en el teatro del Colegio Peleteiro, a las siete de la tarde.

Mediante música, poesía, imagen, danza y capoeira, los miembros del Centro de Defensa da Vida e dos Dereitos Humanos de Açailandia, en Brasil, mantienen viva esta guerra contra la esclavitud. El centro acoge a personas que huyen de las esclavitudes actuales y quieren recuperar su dignidad. Junto a acciones de denuncia, trabaja con los jóvenes en campos como la danza, el teatro o la capoeira, de forma que en los últimos años, más de cinco mil chicos se han convertido en «agentes multiplicadores» de su tarea de denuncia de la esclavitud, y muchos de ellos son hoy artistas y profesionales capaces de crear espectáculos de alto nivel, como el que mañana llega a la capital gallega.

En el escenario del Colegio Peleteiro cuarenta de estos jóvenes expondrán la realidad actual de la esclavitud en las haciendas y carboneras del noroeste de Brasil, y también de la historia de la explotación del hombre.

El Centro de Defensa de Açailandia se creó en una región con grandes siderurgias, madereras y explotaciones agropecuarias, y también con pequeñas comunidades rurales y masas de población urbana en la más completa miseria. En este escenario, un grupo de personas vinculadas a la Iglesia y a Movimientos Populares crea en 1996 una organización que promueve alternativas económicas para los trabajadores liberados de la esclavitud.

El espectáculo Quilombagen forma parte de un proyecto de dos años de duración, incluido en la programación de educación alternativa del centro, basada en los derechos humanos .

Fuente: El Correo Gallego.

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