Ser alto o bajo, no es en este caso sólo una cuestión de estética. Una estatura por debajo de lo normal crea, en algunas personas, problemas de autoestima, además de repercusiones metabólicas negativas. El doctor Manuel Pombo lleva muchos años luchando para que niños con problemas de centímetros lleguen a ser adultos dentro de los parámetros, por encima de 1,50 centímetros en niñas y 1,60 en niños.
Por el servicio de Endocrinología Pediátrica, que dirige el doctor Pombo Arias en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), de referencia para toda Galicia y que goza de un gran prestigio internacional, son tratados con la hormona del crecimiento una media de doscientos niños anualmente.
El especialista define como talla baja «la que es menor al percentil 3 para la edad cronológica». Se estima que un 3% de los niños presentan este problema.
Preguntado sobre si hay una señal de alerta, Manuel Pombo indica que «los padres, además del pediatra, deben tomar medidas cuando ven que el niño crece poco en seis meses». Explica, en este sentido, que los niños de entre 4 y 9 años deben aumentar de talla unos cinco centímetros.
El servicio que dirige en el hospital Clínico es el que trata a la mayoría de los niños gallegos que precisan tratamientos con hormona del crecimiento, y con resultados espectaculares.
«Hemos logrado que niños que por su evolución podrían quedarse en una estatura no superior a 1,40 centímetros alcanzasen 1,80 centímetros. En los últimos años tanto en tratamiento como en diagnóstico estamos viviendo una revolución», indica.
En el caso del déficti múltiple de la hormona del crecimiento, en el CHUS lograron aumentos de estatura de 40 cm. Incluso, en algunos casos en el servicio que dirige Pombo tuvieron que parar el tratamiento «porque los menores no dejaban de crecer».
Pombo está ultimando la cuarta edición del Tratado sobre Endocrinología Pediátrica, libro de texto de formación de especialistas de todo el mundo.
Fuente: El Correo Gallego.
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