Decepción y rabia
Decepción y rabia. Son las palabras que mejor podrían definir el sentir del barrio de Villestro, según se desprende de la última asamblea celebrada por la asociación de vecinos. La junta directiva saliente, que pronto será relevada por otro equipo, abandona la gestión con malestar debido al «olvido del Ayuntamiento de Santiago» con respecto a esta parroquia. En los primeros meses del año pasado se mantuvieron reuniones con todos los grupos municipales a fin de entregarles un dossier de 30 páginas con las principales necesidades de la zona. Tal y como refleja un escrito firmado por la asociación de vecinos, se solicitaron puntos de luz, contenedores, alguna marquesina, el asfaltado de pistas y algunos núcleos, el arreglo del tejado del local social, pasos de peatones en Roxos, ampliación de la carretera provincial Roxos-Reborido (ya aprobada), colocación de quitamiedos a la entrada de un núcleo por un desnivel peligroso…
Sin embargo, hoy por hoy no se ha ejecutado ni siquiera el 50% de las exigencias vecinales. Lo único que se acometido, según especifica el mencionado documento, son el asfaltado de la aldea de A Silvouta (financiado por el Plan de Obras de la Diputación de A Coruña) y la limpieza de cunetas. «Dos años sin ninguna inversión en nuestra parroquia, ciudadanos de segunda en comparación con el casco urbano», critican los afectados. Cargan especialmente las tintas contra los departamentos de Limpieza, Infraestructuras y Centros Socioculturales. A este respecto, el manifiesto denuncia que en el local social de Villestro «entra agua» por la cubierta plana y la mitad de los ordenadores «siguen estropeados».
Falta de medios
Además, como no se ha cerrado la contratación de un profesor de informática, «no se pueden impartir estos cursos». Los vecinos aseguran que ellos mismos se han tenido que encargar de comprar una nevera, una cocina con horno, un proyector, unos altavoces, una televisión y DVD para equipar las instalaciones. «Sin estos medios es muy difícil impartir un curso de cocina, dar una charla empleando medios técnicos o realizar un ciclo de cine», sentencia el escrito.
«En dos años no se han dignado a invertir un euro en esta zona, ni siquiera han venido las pocas veces que se les ha molestado. Ahora llegan las elecciones autonómicas y seguro que se dejan caer por aquí», concluye el manifiesto vecinal.
Fuente: El Correo Gallego.