Cumbre mundial en Santiago de expertos en los secretos bíblicos
Realmente, ¿es un lío entender la Biblia? ¿Es para expertos o para profanos en la materia? ¿Creyentes o ateos? Éstas y otras dudas fueron analizadas ayer en el Instituto Teológico compostelano, donde se celebran las IX Jornadas de Teología, que en esta edición llevan por nombre, ¡Fascinados por la Palabra!. Hasta mañana intervendrán expertos de todo el mundo. Desde Tánger a Roma, pasando por Francia, los más entendidos en el Libro Sagrado expondrán diferentes temas con el fin de acercar el mensaje divino al pueblo llano.
Los ponentes presentan la Palabra como diálogo de Dios con el hombre, e intentan hacer comprensible el mensaje y la forma de transmitirlo. Pero, ¿la gente de a pie comprende la Palabra de Dios, o es un galimatías?
Este diario ha salido a la calle y consultado a los compostelanos si han leído y entendido el mensaje divino plasmado en la Biblia. La mayor parte de los encuestados asegura haber leído alguna en alguna ocasión parte o todo el Libro Sagrado pero, casi el cien por cien, no ha comprendido los textos.
«Yo he leído la Biblia, tanto en el colegio como ya de adulto y sinceramente hay muchas partes que no están al alcance de la mayoría de los creyentes. Debería actualizarse o adaptarse para ser apta a todos los públicos», apunta Emilio, un compostelano creyente.
Por su parte, Alicia, atea, asegura haber leído parte de los textos sagrados y apunta a que como historia fantástica es comprensible y una gran obra. «He leído el Antiguo Testamento y es una de las grandes obras literarias de la historia. Si la lees como tal, es totalmente compresible. Evidentemente el que busca más allá pues tendrá que realizar una lectura más detallada e imagino que será complicado e incompresible».
Marcos asegura que él sí entiende el mensaje que quiere transmitir la Biblia pero que comprende que no es accesible a todo el mundo. «Yo tengo estudios y me he dedicado a estudiar la Palabra de Dios por lo que, evidentemente, para mí es más que comprensible. Sin embargo, comprendo que para gente corriente, sean creyentes o no, sea más complicado el análisis y comprensión de los textos».
Como es habitual en todo debate, hay opiniones para todos los gustos pero, lo que queda claro es que el mesaje de Dios no deja indiferente a ningún ciudadano.
Fuente: El Correo Gallego.
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