Que en Galicia somos gente afable y hospitalaria con los que vienen de fuera es algo que todos saben y que en la mayoría de nuestros comercios esa afabilidad y esa hospitalidad se tiene en cuenta para tratar con los peregrinos no es ninguna novedad, ya que somos conscientes de lo importantes que ellos son para la economía de la ciudad... sin embargo en todas partes hay aprovechados...
Y es que los peregrinos deben de tener mucho cuidado ya que en la ciudad ya ha habido casos en los que un comerciante trata de incrementar el precio aprovechándose así de la ignorancia de los peregrinos que no saben (ni tienen por qué saber) los precios habituales de las cosas en la ciudad en la que están de visita para pasar unos días, lo cual empaña la imagen de la Compostela real en la que la gente es honrada... salvo vergonzosas excepciones.