Lo cierto es que se hace raro dar este tipo de noticias, ya que se supone que en los tiempos que corren todos deberían de tener el civismo de no orinar en la vía pública, o al menos, escoger un lugar que no suponga una molestia para el resto de habitantes, ya que si se busca bien siempre hay un servicio (o en su defecto un árbol o unos setos) para poder evacuar aguas sin que ello implique ensuciar la ciudad.
Pero los datos dicen que no es así, y que la policía de Compostela promedia una multa al día por este tipo de conducta, que si bien es más propia de los hombres, también es mantenida por alguna que otra mujer que obviamente no se libra de ser multada por ello.