Se alquila céntrico pazo santiagués

En un momento en el que la situación económica hace aflorar los carteles de inmuebles en venta, ni las construcciones señoriales se libran de los reajustes del mercado. En pleno casco histórico de Santiago, a pocos pasos de la Praza do Obradoiro, un cartel de ‘Se alquila’ cuelga del número 44 de la Rúa Nova, el que ocupa el pazo de Ramirás, una construcción del siglo XVII que, en tiempos difíciles, busca inquilino con posibles.

Ante tal anuncio, no faltaron las llamadas de interesados en contratar en régimen de alquiler los 500 metros cuadrados de la segunda planta de este histórico edificio por el precio que se pide, unos 3.000 euros mensuales. Y es que no se puede arrendar en su totalidad, pues ya hay vecinos en la primera planta.

Trámites
Pero alquilar un pazo no es tan fácil como parece. Los años han dejado su huella en la construcción, que no es habitable en sus condiciones actuales, por lo que quien se quiera mudar a ella tendrá que realizar una reforma. Y el problema es que esas obras las tendría que abonar el propio inquilino, y no el propietario, como es habitual en estos casos.

Además, al tratarse de un bien protegido de interés arquitectónico, antes de comenzar a remodelarlo es necesario solicitar un permiso. Éste es el motivo por el que dieron marcha atrás muchos de los que ya soñaban con vivir en un edificio señorial, pues al personarse en el Concello para pedir la correspondiente autorización de reforma se encontraron con más trabas que ayudas.

Para los que tengan curiosidad por imaginarse cómo sería vivir en un inmueble de estas características, la mala noticia es que no se permite visitar el pazo a no ser que se esté interesado en alquilarlo, pues, al tratarse de una propiedad privada, no está abierto al público. Sin embargo, el que esté dispuesto a afrontar todos los gastos, no mentirá cuando diga que tiene alquilado un auténtico pazo del siglo XVII con mucha historia.

Siglos de historia

El edificio, en pleno corazón de la ciudad, albergó desde el año 1603 el antiguo Colegio de los Irlandeses, tras la persecución que sufrieron los mismos por parte de Isabel I.

Los exiliados irlandeses abrieron varios colegios en Europa para formar a los sacerdotes que se convertirían en el futuro clero de la isla, y uno de los cinco centros que se pusieron en marcha en España se ubicó en esta dirección, cuando el jesuita Tomás White solicitó el permiso a Felipe III.

El colegio estuvo abierto hasta el año 1770, momento en el que desapareció a raíz de la expulsión de los jesuitas decretada por Carlos III. Entonces se comenzó a edificar sobre sus ruinas el actual pazo de Ramirás, cuyos siglos de historia están ahora en alquiler, pendientes de la llegada de un nuevo inquilino.

Fuente: galiciae.

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Un comentario

  1.   JERONIMO dijo

    ¿SIGUE EN ALQUILER?

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