Raxoi repartirá 1.500 bolsas de cotillón para recibir el año en Praterías

El Ayuntamiento ha apostado de nuevo por el entorno de la catedral para convocar a los compostelanos a recibir el nuevo año al son de la campana más emblemática de la ciudad. La monumental plaza de Praterías, al pie de la Berenguela, será el escenario de la fiesta que ha organizado la administración municipal y a la que destinará un presupuesto de 18.528 euros, que con los 71.200 que costará la cabalgata de Reyes elevará a cerca de 90.000 el coste de las actividades finales de la programación navideña.

La oferta municipal para la despedida del año arrancará a las once de la noche, en que se comenzarán a entregar las 1.500 bolsas de cotillón y uvas para otros tantos asistentes, con el fin de que participen activamente en la fiesta y reciban el 2009 con las tradicionales doce uvas, al ritmo que marcará la Berenguela. El reparto concluirá diez minutos antes de la medianoche, para evitar agobios de última hora y asegurar que todo esté disponible y organizado para el momento en que suenen las campanadas, según el concejal de Festexos, Xosé Baqueiro, quien advierte a los que vayan a llegar justos de tiempo que lleven sus uvas de casa.

El edil recuerda también a quienes quieran disfrutar de esta bienvenida colectiva al nuevo año que estén atentos a la campana. «Que recorden que antes de iniciarse as 12 badaladas se dan os catro cuartos». Entiende que no habrá problema para seguir este ceremonial, pues habrá un presentador para advertir al público del inicio de los cuartos y de la hora. Será un miembro de la orquesta Nova Palma, que tras el estreno del nuevo año amenizará durante dos horas y media o tres la fiesta de Praterías. Con 11 componentes y tres cantantes, la actuación será ininterrumpida.

Santiago organiza esta despedida desde el 2000, en que se convocó por primera vez con ocasión de la celebración de la Capitalidad Cultural Europea. En una ocasión se trasladó al Ensanche, pero el entorno de la catedral, ya sea en A Quintana o Praterías, se ha hecho ya un clásico. La presencia de la Berenguela ha decantado claramente esa ubicación. Habitualmente esta fiesta concentra a unas dos mil personas (son muchos los que acuden con sus uvas), según Baqueiro, quien indicó que son numerosos los compostelanos que se suman a esta celebración en la calle, y también turistas, sobre todo portugueses.

Fuente: La Voz de Galicia.

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