La plaza: historia interminable

Corría el siglo pasado cuando se comenzó a hablar de la necesidad de remodelar la plaza de abastos de Santiago para modernizar las instalaciones sin que perdieran su sabor tradicional y sin afectar a la actividad.

Desde entonces, y después de un estudio encargado a una consultora especializada, dos concursos de ideas, y varios convenios entre tres administraciones, apenas se ha realizado ningún trabajo en el recinto.

Es más, la primera dotación, una marquesina de metacrilato para proteger de las inclemencias del tiempo, tuvo que ser retirada no sólo porque no era práctica, sino también por su impacto visual, y porque lanzaba directamente el agua de la lluvia sobre los transeúntes que circulaban por Virxe da Cerca.

Lo que sí hay es un proyecto que prevé rehabilitar y modernizar todo el recinto, instalar un supermercado y colocar un ascensor desde Virxe da Cerca.

Pero desde que en 2002 por fin se aprobara la «inversión millonaria» para rehabilitar el recinto con la participación de la administración local, autonómica y estatal, todo han sido negociaciones y cambios de responsables en los tres gobiernos.

El gafe se extendió incluso a los trabajos previos. Una de las propuestas del estudio realizado por la consultora era la instalación en el Mercado de un supermercado con productos envasados para completar la oferta.

El punto elegido era el galpón situado junto a la iglesia de San Fiz, y se hablaba de dotarlo de dos sótanos. Al tratarse del casco histórico era necesario realizar catas arqueológicas antes de iniciar las obras. Y resultó que sí había restos históricos, y de tal importancia que hubo que volver a replantearse el proyecto y trasladar el súper a una nave. De momento ya hay dinero para desplazar las casillas.

Fuente: El Correo Gallego.

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