El ordenador desatasca el Registro

En octubre de 2008 se inició una batalla judicial entre dos funcionarias que trabajan en el Registro Civil de Santiago, dependiente del Juzgado de Instancia número 3 de Fontiñas. Esta guerra hizo salir a la luz el caos de este servicio, al señalar en la denuncia interpuesta por una de ellas, que responde a las iniciales A.V.V., que «al no realizar bien su trabajo M.C.M. se han llegado a situaciones insostenibles, como el retraso de seis meses en las inscripciones de traslado de nacimiento, además de hacer volver a los usuarios que pedían alguna certificación de este tipo hasta cuatro veces».

En la denuncia A.V.V., relata las «humillaciones» a las que la sometía M.C.M desde noviembre de 2007. «Me pone en evidencia delante de los compañeros diciendo que soy desordenada y llegando hasta el insulto al decir: Aquí está trabajando una guarra».

Pese a esta denuncia, A.V.V. señaló ayer a este diario que el caso ha quedado archivado por «falta de indicios y aunque aún tengo la posibilidad de presentar un recurso de reposición ni sé si seguiré adelante porque tendría que pagar de mi bolsillo a un abogado al darme la espalda el sindicato al que pertenezco».

En cuanto al caos judicial en el Registro Civil, A.V.V. relató a este diario que «cuando cogía vacaciones M.C.M. dejaba todo el papeleo sin arreglar y los compañeros teníamos que suplir su trabajo, llegando a tener, en mi caso, que trabajar por las tardes, para no acumular tantos expedientes de petición de certificaciones de nacimiento u otros papeles. Además de este trabajo extra, sin cobrar, tenía que hacerlo por una persona que no sólo me ha tratado mal, sino que además insultaba y trataba a gritos a los usuarios».

El caso del inmigrante

En este sentido, subraya el caso de un inmigrante que solicitó a M.C.M. un certificado de nacimiento para solicitar una ayuda a la Xunta. «Le preguntó cuántos años tenía y al decirle que 25 ella le espetó delante de todos, y en voz alta, que lo que tenía que hacer era trabajar y no pedir ayudas. A mí no me educaron de esa manera… Además estamos delante del público y debemos actuar, al menos, con educación».

Sin embargo, A.V.V. asegura que el caos del Registro Civil, donde trabajan seis funcionarios, ya no existe. «Hace poco tiempo que prácticamente se ha informatizado todo el papeleo, por lo que ahora se entregan los certificados al día siguiente».

Fuente: El Correo Gallego.

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