El Mercado de Abastos de Santiago de Compostela

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El lugar más visitado de Santiago de Compostela es la Catedral. Eso nadie lo duda. A decir verdad una de las cosas que me encantó de la época que viví en esta ciudad fue precisamente la forma en la que se puede vivir la Catedral ya que no te cobran entrada, como ocurre en Cádiz o Granada.

Sin embargo, uno de mis lugares favoritos era el Mercado de Abastos. Ir el sábado a hacer la compra era para mi una auténtica gozada, como dirían los vascos, y es que no es para menos. Ya veréis porqué.

Para empezar, merece la pena darse un paseo por el recinto. Se trata de un conjunto de naves construidas en piedra unidas por callejuelas que datan del finales del siglo XIX.

Allí se pueden encontrar los productos más frescos de Galicia y a los mejores precios, pero si sólo estáis de visita y no necesitáis llenar ninguna despensa, podéis disfrutar de los productos de otra forma.

En el bar del Mercado te cocinan los productos que hayas comprado en el Mercado por un pequeño porcentaje del precio de la compra. El lugar se llama Churromanía y está en la Nave 5.

Otra opción es degustar la famosa cocina en miniatura del Abastos 2.0, uno de los lugares que se está poniendo de moda en la capital gallega. Es un mini-restaurate situado en las casetas de la parte exterior del Mercado donde practican la «cocina sen neveira«, lo que quiere decir que cada día escogen los mejores manjares frescos disponibles en el Mercado para diseñar un menú compuesto de deliciosos mini-platos. El menú varía cada día en función de los productos disponibles.

Uno de los elementos que me llamó la atención fue la máquina distribuidora de leche fresca del día. Puedes traer tus botellas de casa o comprarlas en la propia máquina.

Una visita que conviene hacer con el estómago vacío.

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María Ibáñez

Soy Gestora de Información y Documentación (la manera fea de llamar a los bibliotecarios y archiveros). Me gusta viajar, descubrir las ciudades, fijarme en los detalles, las anécdotas, la historia, exprimir las guías y contar aquello veo y descubro. He tenido la suerte, además, de poder vivir en varias ciudades españolas y alguna del extranjero.

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